viernes, 22 de mayo de 2009

Pulsiones




Después de varios posts hablando sobre el peso del alma, sobre la moral, el tiempo, la muerte, las casualidades, Dios.. Creo que ha llegado el momento de abordar el tema de las pulsiones.

Hemos hablado de lo intrínseco, de la fuerza natural que nos posiciona atávicamente en una línea de pensar influida después por nuestro entorno.

Las pulsiones, los instintos básicos, la parte de los 500 gramos que no controlamos, que nos muerde la nuca y nos impulsa a actuar.

El diccionario de la lengua española define las pulsiones como una "energía psíquica profunda", sobre carga de energía que nos activa y nos conduce. ¿Cuáles son las pulsiones básicas? Freud, asignaba a las pulsiones siempre una connotación "sucia", aquellos instintos básicos y bajos, el deseo, el sexo, la ansiedad por tener, la ansiedad por poseer.

Hemos andado mucho desde que dejamos las cavernas, pero solo hace falta coger un diario cualquiera un día cualquiera y ver como las pulsiones animales siguen ahí, las acciones más bajas del ser humano, mas execrables, más recriminatorias... El ser humano sigue alimentando su lobo interior, su lado oscuro en jerga Star Wars si lo prefieren, el reverso tenebroso que se esconde tras su sonrisa.


¿Podemos frenar las pulsiones? ¿Debemos frenarlas? Sí las frenamos, ¿nuestro YO sufrirá alguna consecuencia?

Sucumbir a nuestros deseos más mundanos ( ese bote de helado de chocolate), nuestros deseos más pasionales ( el roce de tus dedos en mi nuca), hemos de reconocerlo....Son nuestros placeres.

Frenemos a los lobos que no han aprendido a convertir sus pulsiones en placeres inocentes e inofensivos, enseñemos a los animales que copan las páginas del papel de diario de horribles actos pasionales, la maté porque era mía, o la maté porque no lo era.. Sangre derramada sin sentido por animales de ciudad escondidos bajo camisas y corbatas.

Disfrutemos de aquello que nos gusta pero sin dañar a nadie, hakuna matata, vive y deja vivir.

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