miércoles, 30 de septiembre de 2009

Furor uterino

Llevo varios días navegando por la red leyendo opiniones sobre ese grupo alemán Tokio Hotel, comentarios de sus detractores y comentarios de sus fans. Y los peores miedos se confirman. Entiendo que alguien pueda opinar a en contra de ese grupo, por su estilismo estrambótico que parece sacado de los peores capítulos de Bola de Dragón, por su poca gracia en un plató, por su educación más que dudosa, con cantante que al que hay que mirarle el DNI para identificarlo sexualmente, pero lo que realmente da pavor son sus fans, ese séquito de hormonas revolucionadas pasadas de rosca que se expresan por la red en código SMS, (¿tanto gasto de sus padres en libros para eso?) Un séquito tan sobre-estrógenado que claman amenazas contra los que critican a sus ídolos, que alzan la voz, que organizan manifestaciones en contra de aquellos detractores ( G-20 y compañía) Y que lo hacen con palabras mal sonantes, mal escritas mal usadas, dándonos con ello la razón sobre ese séquito. Piden respeto para sus adorados dioses, que se respeten las opiniones, ellas deberían predicar con el ejemplo, aceptar las críticas y dejarlas pasar. Nadie pretende que dejéis de adorarles, solo que tengan el sentido común para aceptar que hay gente a la que quizás no gusta el grupo.
Nadie cuestiona que sientan devoción por unos ídolos con pies de barro, desde aquí se cuestiona la educación con la que se responde, carpeteras de España os haría llegar 3 o 4 cuadernillos Rubio a cada una junto con un diccionario, creo que serían los mejores regalos para navidad.


La educación de nuestros hijos es un tema de rabiosa actualidad, y leyendo a esas jovencitas uno se da realmente cuenta de a donde hemos ido a parar, la ESO, la LOGSE y la YOQUESE, junto con una sobreprotección en el hogar y una carente disciplina, ha generado una hornada de holgazanes mal educados que serán los que en un futuro deban trabajar para garantizarnos la pensión tras nuestra vida de trabajo. Desde hoy he optado por un plan de pensiones….

martes, 29 de septiembre de 2009

Brisas de diva-nidad


Las/los diva-nidosas, esas mujeres ( y hombres) que se creen un peldaño por encima de los demás. Como si el perfume que se ponen por la mañana les insuflara un aroma celestial y unas cualidades divinas.
Son ese tipo de hombres y mujeres que viven pensando que son lo más del momento, que alzan la voz gritando su capacidad para ser independientes de lo que digan los demás, que tratan con las personas cuando a ellos bien les conviene y que parece ser que el mundo se impulsa enrededor de ellos y no del sol.
Critican la forma de vestir de unos y otros, aconsejan sobre moda y se indignan si no reciben la doración de píldora necesaria para su dosis, que como cualquier drogodependiente negarán necesitar, Adictos a los elogios de posados fotográficos, inventando y construyéndose murallas se hunden sumergidos en la profundidad de su ombligo succionados hacia sí ,dentro de una vorágine de autocomplacencia, y en ese lugar están solos, porque allí no tienen los flashes del día a día, allí no les adoran, allí están con su peor enemigo, ellos mismos.